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Jan 31, 2024

Esta máquina expendedora recompensa a las aves por su trabajo

Los humanos tenemos éxito como especie porque tenemos la inteligencia para doblegar la naturaleza a nuestra voluntad. No nos gustaba pasar frío, así que construimos condominios y calefacción central. No nos gustaba pasar hambre, así que inventamos la agricultura, la ganadería industrial y la modificación genética. Pero nuestra búsqueda interminable de comodidad y conveniencia ha llevado a muchos problemas ambientales, como la basura. Sería genial si pudiéramos convencer a la naturaleza de que nos recoja, y Stephen Chasey encontró una manera de lograrlo con una máquina expendedora que recompensa a los pájaros cuando depositan basura.

Chasey se inspiró en el trabajo de Hans Forsberg, quien entrenó pájaros para intercambiar basura por bocados de comida. Las aves son inteligentes y no les lleva mucho tiempo descubrir cómo funcionan los oficios. A Chasey le gustó la idea y quiso adoptarla, pero quería que la máquina expendedora fuera más asequible. Su versión es más fácil de construir con material de desecho y herramientas tradicionales, sin necesidad de impresión 3D o corte por láser. También quería evitar los componentes digitales que requerirían programación.

La máquina que diseñó Chasey utiliza principalmente componentes analógicos. La mayoría de nosotros habría recurrido a un microcontrolador para un proyecto como este, pero Chasey se dio cuenta de que sería posible controlar todo con sensores y componentes estándar como amplificadores operacionales y temporizadores 555.

El proceso comienza cuando un pájaro se posa junto a la máquina y activa un sensor PIR, que activa el resto del circuito. Luego, un vibrador monoestable construido con un temporizador 555 espera alrededor de 24 segundos. Si no pasa nada durante ese tiempo, el circuito se apaga. Pero si el ave deja caer algo en el conducto de recolección en ese momento, pasará frente a los sensores de proximidad infrarrojos. Un amplificador operacional dual LM358 aumenta la señal de esos sensores, activando otro vibrador monoestable basado en un temporizador 555 que impulsa el motor del dispensador. El dispensador funcionará durante 11 segundos o hasta que más sensores infrarrojos detecten la caída de alimentos. Luego, el sistema se apaga y espera a que un pájaro vuelva a activar el sensor PIR.

Este diseño es eficiente y muy flexible, lo que lo hace práctico para implementar a escala. Si bien seguramente habrá inconvenientes inesperados, una flota completa de estas máquinas expendedoras en una ciudad mantendría alimentadas a las aves y al mismo tiempo eliminaría la basura de las calles.

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